Domingo 10 de
julio de 1988, “llegó a la redacción de
EL DIARIO una nota del PCP (Partido comunista Peruano), donde se me citaba a un
punto de la capital. En la tarjeta decía: el próximo martes debe estar usted a
las 4pm en la puerta del museo de arte, recibirá usted una primicia del partido
y portar la presente tarjeta roja…” dijo Luis Arce Borja (Director de EL
DIARIO).
El día martes,
Borja decide hacerse presente, pero acompañado de la jefa de información Janet
Talavera Sánchez. A los pocos minutos se apareció un hombre que les dijo que lo
sigan.
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Luis Arce Borja (Imágenes brindadas por La Republica) |
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Janet Talavera (Imágenes brindadas por Rebaixada) |
Le hicieron caso,
subieron al auto y los camuflaron. Ya se hacía de noche, llegaron a un lugar
desconocido el hombre que estaba con ellos los invito a bajar del auto.
Minutos después,
los hicieron subir a otro auto, Borja le reclamó al hombre la primicia ofrecida y lo único que
atino a decir fue que mantenga la calma.
Al día siguiente,
ya era de madrugada hacía mucho frío. La camioneta al fin había parado después
de un largo camino. Luego entraron ambos a una casa, donde permanecieron mucho
tiempo, “pasamos un día expectante; pero apacible” dijo Borja.
Todavía se
tornaba un cielo oscuro, entró un hombre diciendo que suban al carro y sucedió
el mismo camuflaje.
Aproximadamente a
las doce del día, el vehículo donde Borja y Talavera viajaban paró, les
ordenaron que bajen y que entraran a la casa pues ya había llegado al fin del
viaje. Luego de algunos y largos minutos se le comunicó a Borja y Talavera que
Abimael Guzmán les iba a conceder una entrevista “en medio de mi sorpresa pude
observar la cara de felicidad de Janet” dijo Borja. Esa era aquella primicia
concedida a EL DIARIO, pero que creían ellos, ¿qué la gente era tonta?, que se
iban a creer el cuento de que recién se les informo de aquella entrevista,
según Borja en ese momento se les informó que Guzmán llegaría a las 8 pm y tenía poco
menos de 3 horas para elaborar las preguntas y estructurar la entrevista.
El reloj marcó
las 8 de la noche, Abimael Guzmán se hizo presente, pero como era de esperarse
llego acompañado de 30 guerrilleros, cada uno armado.
La entrevista
concluyo el viernes 15 de julio a las 8:15 de la mañana, duro más de doce
horas. Luego tomaron vino tinto para celebrar el encuentro.
Esto fue lo que
contó Luis Arce Borja, pero como decía en un principio ésta entrevista tuvo un
acuerdo mucho antes.
El periodista
Martin Carranza me concedió una entrevista donde le pregunte si él creía que
dicha entrevista fue planeada y me dijo “claro, fue pactada, en esa época
Abimael Guzmán (alias: El presidente Gonzalo )era ya considerado un terrorista,
pero todavía aquí en lima, no estábamos viviendo la época tan radical del terrorismo y todavía quería él
dar una imagen como de guerra política, bueno ahí empezaron los ataques y se
volvió simplemente delincuencia, pero como todavía no estaba a ese nivel, ellos
se escudaban de que había un medio de comunicación que era para ellos libre (EL
DIARIO), un diario de tendencia pro-sendero luminoso, esa entrevista fue
totalmente pactada, para levantarle la imagen porque a él lo consideran “el
Presidente Gonzalo” solo poner eso en la entrevista ya le da un estatus, ósea
una campaña de marketing para levantarle la imagen a Gonzalo”
Durante la
entrevista a Abimael Guzmán se habló mucho, tocaron muchos temas como preguntarle sobre el
porqué del pensamiento Gonzalo a lo que él
respondió: “El pensamiento Gonzalo no es sino las aplicación del marxismo –leninismo-maoísmo
a nuestra realidad concreta”.
Le preguntaron
también sobre que significa la violencia para él y dijo: “la violencia es una
ley universal”, recordemos que Abimael Guzmán fue un hombre muy violento y
causo muchas muertes.
Esta entrevista salió a la luz un domingo 28 de julio de 1988, las imágenes que veremos a continuación fueron brindadas por la Biblioteca Nacional.
Sobre lo que se hablo:
Una de las
preguntas que le formule al periodista Martin Carranza fue: ¿cómo reaccionó la
prensa peruana cuando salió publicada la entrevista a Abimael Guzmán? “lo
normal es que reaccionó de manera indignada, se indignó la prensa, yo recién
era practicante en esa época, recuerdo esa entrevista y los comentarios, pero
hubo un ataque en grupo de todo el gremio hacia EL DIARIO porque era totalmente
pro-senderista y al final no estaba reglamentado el delito de apología al
terrorismo, porque todavía no se consideraba plenamente terrorismo , se hablaba
todavía de temas políticos, que era una campaña política, pero después cuando
se empezaron a ver la muertes que hubieron en todos lados ya se convirtió
totalmente en terrorismo y se vio delincuencial, es por eso que también cierran
ese periódico, porque lo acusaban de hacer apología al terrorismo, pero fue
simplemente una campaña de proselitismo a sendero luminoso” fue lo que me
respondió.
Poco después EL
DIARIO marcó su fin. La DIRCOTE captura
a todos los trabajadores de EL DIARIO, Janeth Talavera, fue recluida en
el penal “Miguel Castro Castro”, donde fue asesinada el 7 de mayo de 1992, por
una masacre dirigida por el gobierno de Alberto Fujimori (ex presidente del
Perú).
Luis Arce Borja,
también fue detenido, pero después de un largo proceso, no recogieron pruebas
suficientes en su contra y fue liberado.
Martin Carranza me despejó de una duda que era: ¿Por
qué no se hallaron las pruebas para poder encarcelarlo? “Bueno porque oficialmente él se escuda en la
libertad de prensa, es cierto él tiene
razón, puede ser
anti ético, puede ser vergonzoso, esa entrevista fue pues un publicherri como
se dice en periodismo, una publicidad, una propaganda gratuita a Abimael Guzmán,
pero si vas a términos legales, fue una entrevista en un medio de comunicación
legal todavía no lo habían cerrado ni lo habían condenado como un medio de
proselitismo, el periodista se puede escudar diciendo, que simplemente acudió a
una entrevista y usó una fuente y esta
misma le dijo que todo está en palabras textuales, le echaba
la culpa a la fuente. Claro, que es indigno y todo periodista se da
cuenta que con ese pretexto lo que hizo fue simplemente darle tribuna a un
criminal como Abimael Guzmán, pero legalmente él se basó en eso, en que es
periodismo y es manejo de fuente, y en el Perú hay libertad de prensa y no se
puede condenar por eso"
Con todo esto
podemos decir que la entrevista fue pactada y por publicidad, que el relato que
dimos en un principio y que fue dado por Borja, fue totalmente falso, todo esto marcó el fin
de EL DIARIO no solo por la llamada “Entrevista del siglo”, sino también por
haber cubierto muchas cosas senderistas.